“Los tres monoteísmos —judaísmo, cristianismo e islam— juzgaron al psicoanálisis responsable de una sexualización del cuerpo de las mujeres… Y hoy tenemos un Papa argentino que atravesó un psicoanálisis.”
Elisabeth Roudinesco en la Conferencia La revolución de lo íntimo*, impartida en el Centro Argentino de Historia del Psicoanálisis, la Psicología y la Psiquiatría
Algunas de las frases que aparecen en el video:
Freud fue el organizador de un movimiento casi mesiánico que podemos comparar con el socialismo, el feminismo y el sionismo.
A través de su visión de una humanidad inmersa en la tragedia de Edipo, aportó al mundo una fascinante utopía, una nueva representación del inconsciente.
En ese sentido, fue una revolución.
Una consciencia capaz de admitir que la libertad pueda estar ligada al destino del sueño, del sexo y del deseo.
Freud siempre pensó que la muerte del Padre era necesaria para la edificación de las ciencias humanas.
Freud creía a su vez en la necesidad de la muerte y en la prohibición de la muerte.
Pensaba que toda sociedad humana estaba atravesada por la pulsión de muerte, pero también sostenía que toda sociedad de derecho supone la existencia del perdón, del duelo y de la redención.
Es precisamente porque el psicoanálisis demuestra que la pulsión de destrucción, la muerte, la violencia y las pasiones de la condición humana existen; que por eso debe también combatirlos.
El éxito que conquistó el psicoanálisis en el mundo, también se tradujo en ataques incesantes.
Freud fue odiado por su enfoque sobre este sentido íntimo. En igual medida que Einstein y Darwin. Y todavía lo es.
Se lo acusaba de corromper las costumbres, de sembrar discordia en las familias, de fabricar divorcios, de sexualizar el cuerpo de las mujeres, y de defender a los homosexuales, considerados degenerados.
El psicoanálisis fue también acusado por su pretendida ineficacia clínica y por su ausencia de cientificidad, cuando en realidad nunca pretendió ser una ciencia al mismo título que las ciencias de la naturaleza.
También fue tomado como blanco por todas las religiones y las iglesias. En particular, a través de una concepción naturalista de la diferencia de los sexos, la cual inferioriza lo femenino en detrimento de lo masculino.
Los tres monoteísmos —judaísmo, cristianismo e islam— juzgaron al psicoanálisis responsable de una sexualización del cuerpo de las mujeres.
Y hoy tenemos un Papa argentino que atravesó un psicoanálisis.
Que el psicoanálisis haya sido atacado, condenado o erradicado, no le impidió ser utilizado como instrumento de dominación o de discriminación por sus propios practicantes, que también se comportaron de manera escandalosa utilizando su doctrina.
Mucho más por descubrir en el video
*Conferencia organizada por el Centro Argentino de Historia del Psicoanálisis, la Psicología y la Psiquiatría de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, el Instituto Francés y Penguin-Random House. Gracias por posibilitarnos estar allí y a la flamante traductora Agustina Blanco.
NdR: En el video dice: “El psicoanálisis fue inventado por un judío de la Scala de las luces, dentro de un orden feudal”; cuando en realidad debe decir: “El psicoanálisis fue inventado por un judío de la HASKALÁ, las luces [la Ilustración judía], dentro de un orden feudal”.