Se solicita un premio Nobel para Mendeléyev

El 6 de marzo de 1869, el químico ruso Dmitri Mendeléyev hacía pública una herramienta fundamental para el estudio de la química moderna: ese día se publicaba la primera Tabla Periódica de los Elementos. Este aficionado a la química hubiera tenido una vida sacrificada y corta en su Siberia natal de no ser por la visión de su madre, como pareciera que casi siempre sucedió a grandes hombres de la Historia.

Generalmente, uno se queja de los cuñados que le tocan en suerte. Dmitri estuvo eternamente agradecido. Un detalle no menor es que era el más pequeño de al menos 17 hermanos; uno bueno tenía que pegar. Siendo casi un niño ayudaba en la fábrica de cristales familiar. El esposo de una de sus hermanas, el citado cuñado, era el químico de la empresa y fue quien inculcó a Dmitri la pasión por la ciencia.

La ceguera de su padre obligó a su madre a hacerse cargo de la fábrica. Sin sus padres disponibles, Dmitri se crió solo. Su inmenso sacrificio le permitió completar sus estudios preparatorios, soñaba con ingresar en la facultad de química de la Universidad de Moscú. Su origen siberiano le cerró las puertas. Sólo había otra universidad con ese nivel científico, la de San Petersburgo.

El incendio de la fábrica de cristales dejó a la madre en una encrucijada. Con todos los hijos emancipados salvo Dmitri. ¿Valía la pena recuperarla? Decidió vender los restos y sumarlo a sus ahorros para apoyar la carrera universitaria de Dmitri. El menor de los Mendeléyev honró el esfuerzo de su madre y egresó en tiempo récord titulándose en química.

Su formación no terminó al recibirse, consiguió ser admitido como profesor y becario en la  universidad alemana de Heidelberg. No se perdía un solo curso de perfeccionamiento. Mendeléyev se preocupaba por la aplicación práctica de la química. Durante casi 10 años se dedicó a mejorar las cosechas y a desarrollar la industria petrolera rusa.

El 6 de marzo de 1869, publica ‘Principios de química’. En él presentaba la primera Tabla Periódica de los Elementos. Esta primera versión se ordenaba en función a las propiedades químicas de todos los elementos conocidos. También pronosticó las propiedades de elementos aún desconocidos y anticipó que lugares ocuparían en su tabla. Año a año los descubrimientos de los nuevos elementos, existentes, desaparecidos y sintéticos fueron confirmando la mayoría de sus predicciones. La tabla actual es el fruto de los aportes de Julius Lothar Meyer y Alfred Werner, aunque manteniendo la estructura de ordenamiento original de Mendeléyev.

La tabla actualmente tiene múltiples organizaciones simultáneas. Por su número atómico (número total de protones que tiene cada átomo), filas horizontales (niveles energéticos) y columnas (grupos de elementos como metales alcalinos, gases halogenados, gases nobles, etc.). Los elementos están ordenados por su número atómico desde el (1) hasta el (118). Del (1) al (94), son los elementos que existen en la naturaleza incluso en porciones muy pequeñas. Del (95) al (100), son elementos creados en laboratorio pero que existieron naturalmente en el pasado. Del (101) al (118), son producto de la sintetización en laboratorios, siendo el “Oganéson” el último publicado en 2015.

Mendeléyev siguió desarrollando agroquímicos, procesos para la destilación del petróleo e inventó la pólvora sin humo. Esta última no fue adoptada por la armada rusa, sino por los EEUU para la Primera Guerra Mundial. En 1892 fue nombrado conservador científico de la Oficina de Pesas y Medidas. Pese a trabajar para el gobierno zarista y sus fuerzas armadas, el carácter liberal de Mendeléyev le impedía hacer amigos en esos ámbitos de poder. Por ello, a pesar de ser el científico ruso más importante de la época, nunca fue nombrado miembro de la Academia nacional de las Ciencias.

Esa reticencia a las buenas relaciones personales también lo alejó del premio Nobel de Química. Desde su creación en 1901, todos los años era considerado su nombre. 1906 parecía ser su año, en secreto se había decidido otorgárselo. No contaba con el miembro de la Academia Sueca de Ciencias Peter Klason, que vetó vehementemente la decisión de galardonar a alguien con un premio Nobel por algo que había realizado cuatro décadas atrás. Mendeléyev murió pocos meses después. El único honor que recibió fue renombrar al primer elemento sintético N°101, cambiando el “Unnilunio” por el de “Mendelevio”.

 

Escrito por Gabriel Dantuono

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