Derrida y Deleuze, amigos del psicoanálisis – Elisabeth Roudinesco

Elisabeth Roudinesco en la Conferencia La revolución de lo íntimo*, impartida en el Centro Argentino de Historia del Psicoanálisis, la Psicología y la Psiquiatría

Adelanto del video:

DERRIDA Y EL PSICOANÁLISIS

Derrida era un amigo de los psicoanalistas, su mujer era psicoanalista, pero no dejaba de cuestionar esa idea de que los ataques del interior, los propios comportamientos de los psicoanalistas, eran casi peores que los ataques venidos del exterior.

Y eso es algo profundamente cierto. Él lo decía a su manera. Podemos notar que el encierro de los psicoanalistas como sistema de interpretación de todo es muy destructivo. Y eso afecta tanto a los lacanianos como a los kleinianos.

Uno tiene la impresión de que cuanto más fuerte es una invención, más revolucionaria, más genial, más se fija en sus posiciones extremas. Lo comparaba con la historia de lo irracional en la ciencia. Cuanto más ecléctico, centrista, buenazo es uno, mejor se sostiene a largo plazo. Y eso es lo que aportó Derrida: a su vez, una sofisticación extraordinaria del pensamiento y, al mismo tiempo, una salida posible hacia una deconstrucción.

DELEUZE Y EL PSICOANÁLISIS

Deleuze fue mi maestro en Filosofía, en los años setenta. Pulverizaba totalmente los dogmatismos.

No sé si hoy sería tan hostil a la psiquiatría, porque ya no existe más, es puramente medicamentosa. En ese plano lograron algo: lograron que, en el fondo, el sistema psiquiátrico explotara. Ese era el objetivo, pero no en el sentido en el que se esperaba… No se esperaba la disolución total de la psiquiatría en el comportamentalismo.

Mucho más por descubrir en el video

*Conferencia organizada por el Centro Argentino de Historia del Psicoanálisis, la Psicología y la Psiquiatría de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, el Instituto Francés y Penguin-Random House. Gracias por posibilitarnos estar allí y a la flamante traductora Agustina Blanco.

NdR: En el momento del video en el que Elisabeth está refiriéndose a Deleuze, corroboramos la información y la aclaramos a continuación para que no preste a confusiones. Lo que está: «Ahora, nunca creyó en el esquizoanálisis. Eso fue un impasse. No necesitaba valorar una suerte de superioridad del esquizofrénico por sobre el neurótico para salvar al psicoanálisis.» Esta versión sería la correcta: «Ahora, nunca creí en el esquizoanálisis. Eso fue un impasse. No era necesario creer en una suerte de superioridad del esquizofrénico por sobre el neurótico para salvar al psicoanálisis.»

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