Referencia: Observaciones sobre el amor de transferencia (1912)
“Lo que Freud nos dice en este pasaje de Observaciones sobre el amor de transferencia (1912) es que no hay común medida entre la vida cotidiana, y lo que de ella podamos saber, y la experiencia analítica, ya que en ella nos encontramos con problemas que jamás aparecen en la vida cotidiana, en magnitud e intensidad, como así también en su singularidad. La lógica de lo que aparece en el análisis es paradojal, y por lo tanto requiere otro tipo de respuesta. Respuesta que puede ser lisa y llana, pero también una para respuesta hasta que la pregunta y el material, tanto asociativo como vivido se acerquen a la solución que hay que proponer, que siempre necesita para que la solución sea tal, una pérdida de ser. Es esta pérdida de goce fantasmático la que proveerá al analizante de otras vías, insospechadas, para su devenir como sujeto. Pero para que haya pérdida, primero hay que proveer de ganancia para enfrentar de otro modo las vicisitudes de la vida. Esto no quiere decir un analista esfinge, al contrario, un analista compañero de ruta, que no sabe nada sobre cada analizante, pero que ya ha hecho muchas veces caminos de cornisa, abruptos, difíciles y siempre diferentes con cada uno”.