“Esa persona piensa de otra manera, asocia de otra manera, tiene otra lógica y la vida se le vuelve muy persecutoria”
Élida Fernández responde:
Transcripción del video:
Es una lógica distinta. Es una ruptura de los lazos habituales con el mundo. Es una ruptura de algo que se había, hasta ese momento, estabilizado como manera de ser, como forma de estar en el mundo, y que en algún momento, por determinadas circunstancias, se rompe, se altera, cambia, pasa a ser distinto. Y esa persona piensa de otra manera, asocia de otra manera, tiene otra lógica y la vida se le vuelve muy persecutoria. Generalmente, muy persecutoria.
Es muy difícil, más de lo que es para todos nosotros, porque es como si de pronto alguien empezara a sospechar permanentemente de todo y de todos, y de la sospecha pasara a la certeza de que quieren su mal.
Con lo cual, de una u otra manera, es un sufrimiento casi inhumano. Y subrayo lo del sufrimiento porque hay maneras muy idealistas de plantear el abordaje de algunos delirios… Plantean que son funcionales, que está todo bien; si no tiene un hijo y delira que lo tiene, qué mejor; por ejemplo.
Y yo creo que eso es desconocer que todo delirio fracasa, que si no fracasara la verdad no existiría nada de todos los instrumentos que se elaboran para acotar el sufrimiento del sujeto psicótico. Justamente porque por más que él intente curarse a través del delirio, esto fracasa. Y fracasa de una manera estrepitosa.
Las versiones idealistas de que ‘bueno, si no tiene, lo inventa y ya está’ realmente son bastante catastróficas.
Es decir, la psicosis es una de las maneras más terribles de sufrimiento.
Entrevista realizada por Iara Bianchi.