“Con respecto a las psicosis narcisistas, Freud dice ‘una de ellas es la melancolía’. Ahí nos deja con la pregunta: ¿y cuáles son las otras?”
Élida Fernández responde:
Transcripción de video:
Te digo como lo pienso yo. Hay sujetos neuróticos que se melancolizan sin dejar de ser neuróticos, pero que se melancolizan porque van al lugar de objeto de desecho y se sienten un objeto terrible del otro.
En esa caída, uno podría -haciendo una historia- pensar que ese sujeto viene de una neurosis pero en el momento en que llegan, ocupando el lugar de objeto de desecho, no parece distinto al de una melancolía psicótica.
Recordando siempre que para Freud la melancolía es una psicosis que no está dentro de las tres psicosis veras; que son la esquizofrenia, la parafrenia y la paranoia.
Entonces, para él la melancolía está en esa zona entre neurosis y psicosis, que son las psicosis narcisistas. Freud dice ‘una de ellas es la melancolía’. Ahí nos deja también con la pregunta: ¿y cuáles son las otras?
Ubica a la melancolía en un lugar de limbo, entre neurosis y psicosis, y le da una connotación diferente… porque creo que en la melancolía no están en juego las mismas alteraciones lógicas que hay en las psicosis veras -en la esquizofrenia, la paranoia y la parafrenia. Son distintos los cambios, las alteraciones, el desencadenamiento y el lugar al que va a parar el sujeto -el lugar de objeto de desecho-; y las lamentaciones y autoacusaciones que se hace todo melancólico.
¿Que las melancolías pueden ser neuróticas o pueden ser psicóticas? Sí, obviamente. Una melancolía que termina con un síndrome de Cotard tiene una evolución muy particular y psicótica; y otra cosa es la melancolía neurótica de aquel que se ubica en este lugar de ser despreciable, despreciado, no querido.
Entrevista realizada por Iara Bianchi.
