«El ‘Don Juan’, como dice Lacan, no es un homosexual como interpretaron algunos psicoanalistas del establishment de la Internacional. El ‘Don Juan’ es la prueba de que no hay ninguna mujer que va a ser La mujer, la que va a dar todo el goce buscado.»
Isidoro Vegh responde:
Transcripción del video:
El aburrimiento puede tener causas distintas. La descripción tradicional del aburrimiento, del Freud clásico, es que es un retiro de la libido del mundo. Pero ese retiro de la libido del mundo puede darse por muchos motivos: puede darse porque el sujeto, por ejemplo, está en un momento de tristeza por un duelo.
El aburrimiento en su fórmula extrema lo explicó muy bien Baudelaire, el gran poeta. L’ennui se dice en francés. Ese l’ennui es la dificultad de soportar que el deseo siempre tiene una cuota de insatisfacción.
El ‘Don Juan’, como dice Lacan, no es un homosexual como interpretaron algunos psicoanalistas del establishment de la Internacional. El ‘Don Juan’ es la prueba de que no hay ninguna mujer que va a ser La mujer, la que va a dar todo el goce buscado.
¿Qué viene a señalar el deseo? Que, estructuralmente, en la medida en que somos seres hablantes, hay una falta que se va a reiterar. Eso es una desgracia para el que no tiene una buena relación con la falta. ¿Qué dice el refrán? “El buen gourmet se levanta con apetito de la mesa”. No come como un bulímico.
Denigrar al deseo porque nunca vamos a tener la satisfacción total es equivocar el juego. Es más, si lo pensamos bien, ¡qué suerte que el deseo se reitera!
Lo otro absurdo sería denigrarlo… Por ejemplo: “denigremos la palabra porque no hay palabra que pueda decir totalmente lo real”. Es verdad. Como no hay palabra que pueda decir totalmente lo real del amor se seguirán escribiendo, después de Romeo y Julieta, obras que tengan que ver con el amor al infinito.
O sería, ya lo digo en tono más cómico, que alguien dijera: “¿Para qué tener una relación sexual si dentro de un rato vamos a querer tener de nuevo relaciones sexuales?”. Es ahí una relación equivocada con la falta.
Yo diría, más bien: “Cuida tu falta que es lo mejor que tienes”. Es lo que te permite tener ganas de seguir viviendo, amando, creando, trabajando.
Entrevista realizada por Iara Bianchi.
Isidoro Vegh
Psicoanalista
Iara Bianchi
Directora Editorial. Psicoanalista