[Video] Fin de análisis por Isidoro Vegh

”El ser humano está constituido de un modo donde su cuerpo, atravesado por el lenguaje, precisa del lenguaje pero no solo del lenguaje: también precisa de la caricia del otro, también precisa del reconocimiento del otro, también precisa del deseo del otro.”

Transcripción del video:

Que un final de análisis implique el amor y el trabajo nos está diciendo que el análisis… Las intervenciones del analista, por ejemplo, clásicas de la interpretación, tratan de favorecer un encuentro…

Por ejemplo, si hablamos de amor, un encuentro con el otro. Tratan de favorecer eso que Freud llamó trabajo pero que quiere decir un ámbito de creación. Tratan de favorecer, como en el caso de la neurosis, un modo de encuentro con lo que Freud llamaba “la realidad”.

¿Qué nos está diciendo todo eso? Nos está diciendo que el ser humano no resuelve cómo canaliza la energía que lo habita solamente por el hecho de “Bueno, hablemos de lo que me pasa”. No se trata de realizar ese chiste que dice: “Antes me orinaba; ahora también pero ya no me importa”. Si no: “Antes me orinaba y ahora, cuando estoy por orinarme, aprendí que puedo pedir que me dejen pasar al toilette y ya no me orino”.

Es decir, una relación al otro, una relación a la realidad. Lo cual implica que el ser humano está constituido de un modo donde su cuerpo, atravesado por el lenguaje, precisa del lenguaje pero no solo del lenguaje: también precisa de la caricia del otro, también precisa del reconocimiento del otro, también precisa del deseo del otro.

Suelo decir a veces, en broma, que hasta el más malvado de los “skinhead” necesita que, por lo menos, otro “skinhead” lo ame. Porque si no hay alguien, uno al menos, que me desea vivo en la superficie de este planeta, la vida resulta insoportable.

Lo mismo respecto del trabajo o campo de creación. Si bien la Biblia lo presenta como una maldición de dios, “pagarás el pan con el sudor de tu frente”, y ya desde el inicio nos confunde, que el ser humano pueda trabajar y crear es una manera también de realizarse y de canalizar el goce. Un goce que, si no se canaliza adecuadamente, es como cuando el agua del río desborda y entonces arrasa; en lugar de ser una agua que favorece la vida, produce la muerte.

Eso de que el psicótico quiere cambiar la realidad no es tan así sino que el psicótico… Estamos hablando de las grandes psicosis ¿no?: esquizofrenia, paranoia, parafrenia. Cuando la psicosis está activa, el sujeto pierde su relación al mundo y pasa a estar habitado por sus alucinaciones y los delirios que intentan responder a esas alucinaciones.

En el caso clásico de la psicosis que fue la paranoia, un paciente que escribió memorias que se llamó Schreber. Schreber creía que vivía en un mundo de gente fantasmal, sin consistencia, decía “hombres hechos a la ligera”, donde solo quedaba como alguien consistente un dios, que en principio era un dios malvado que lo quería emascular, después descubrió que tenía un plan bastante interesante y él se iba a convertir en la mujer del dios para recrear un nuevo mundo.

El tema de la psicosis es ese. Es decir, desgraciadamente, por una falla en tiempo estructural, en un tiempo instituyente, hay sujetos que quedan como invadidos por las voces del otro y construyen su delirio como una manera de defenderse de esas voces que los acosan. Es obvio que, salvo algunos casos exitosos, como puede ser Hitler, algunos jefes de escuelas de psicoanálisis y otros tantos que consiguen que su paranoia junte gente que los siga, en general el psicótico no tiene éxito, va al fracaso. Entonces, necesitan alguien que los ayude para poder, como dije, dentro de las barajas que te tocaron, vivir del mejor modo posible.

Respecto de que el neurótico se adapte a la realidad, hay dos maneras distintas de entenderlo: una cosa es como la propone la Ego psychology, donde Heinz Hartmann escribió un texto clásico que es Psicología del yo y los procesos de adaptación que es crear, entonces, docilidades masivas. Nosotros no estamos para eso.

En cambio, Lacan escribió un texto que se llamó Subversión del sujeto y la dialéctica del deseo. Es decir que, en nuestra ética, cuando nosotros recibimos un analizante no negociamos con nadie. Nosotros acompañamos al sujeto en su deseo. Y eso es no negociable. Son dos maneras distintas de entender el encuentro con la realidad.

Entonces… ¿Qué es un fin de análisis?

Que el sujeto se reencuentre con su verdad. Que el sujeto pueda avanzar en su deseo. Que el sujeto pueda liberarse de sus voces parasitarias.

Entrevista realizada por Iara Bianchi.

Isidoro Vegh

Isidoro Vegh 
Psicoanalista

Iara Bianchi

Iara Bianchi 
Directora Editorial. Psicoanalista

Comentario
  • Enrique

    Totalmente de acuerdo con Isidoro, gran divulgador del psicoanálisis en tiempos en que la práctica del mismo corre peligro. El mercado ofrece otro tipo de terapias, breves en su mayoría, afines a los tiempos del whatsapp.

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