“La ilusión del sinsentido como absoluto, creo que lejos de pensar al sujeto en el aura de la libertad, sería considerarlo como por fuera del recorte posible del mundo.”
Alba Flesler responde:
Transcripción del video:
Entrás en un tema de profundo debate. Hay quienes dicen —no acuerdo con ello— que en el fin del análisis no hay más fantasma. Yo creo que hacer la travesía del fantasma, atravesarlo, implica que la fijación propia de la construcción fantasmática no solo se flexibiliza sino que permite un andamiaje sobre el cual se puedan montar la invención, la creación, las nuevas perspectivas. En ese sentido, sí diríamos que hay una flexibilidad de los articuladores.
Lacan escribe el fantasma con una fórmula y dedica un seminario a acentuar cuál es la lógica del fantasma. El fantasma está sustentado en una lógica que implica articuladores que pueden más o menos rigidizarse.
Entonces, la posición de fijación en que alguien se presenta en un cierto tiempo de inicio de análisis… Por nombrarlo de algún modo, porque es distinto a la infancia —si querés después lo trabajamos porque también hay polémica con el tema fantasmático en la infancia—… Pero vamos ya al fantasma constituido y precipitado de un adulto. El modo de fijación en que alguien llega con su fantasmática en el inicio de un análisis, al fin del análisis, hecha la travesía, es decir, con el recorrido de las vueltas por cada una de las articulaciones… No es que alguien después del fin del análisis no tiene otro fantasma sino que el fantasma es algo que no es… Vos usaste la palabra ‘consistencia’, yo prefiero ‘fijo’; la ‘fijeza’ del sujeto identificado a esa posición en su fantasma.
También hay que hacer una distinción, y esto es muy importante para quienes trabajan con niños, entre la identificación que un sujeto puede hacer al objeto en su fantasma. Es decir, estar en el lugar del objeto en su fantasma, identificarse al objeto en su fantasma. Es muy distinto a estar identificado al objeto en el fantasma materno, o ser tomado como objeto en un tiempo en que el fantasma está construyéndose.
Yo he trabajado mucho a propósito del fantasma. Es una polémica que creo que es bivalente y sin salida dentro del psicoanálisis: respecto de si hay fantasma o no hay fantasma en la infancia, en los niños. El ‘sí’ y el ‘no’ están muy presentes en los debates psicoanalíticos. Yo no tengo inclinación particularmente por las polémicas bivalentes, prefiero buscar los puntos de salida que nos brinden herramientas para nuestras intervenciones.
Entonces, con los niños, prefiero pensar que el fantasma se construye en tiempos. Hay tiempos de construcción del fantasma hasta que se precipita el andamiaje fantasmático en cierto tiempo de la subjetividad, en el cual este articulador que Lacan plantea en La lógica del fantasma en un tiempo mayor y menor… Si nosotros tomamos lo que se llama el ‘rombo’ que está entre el sujeto y el objeto en la fórmula del fantasma y lo destrozamos, vamos a ver que hay distintitos tipos de articulación entre los términos que lo constituyen.
Una de las posibilidades de lectura es pensar que hay un tiempo en que el sujeto es mayor que el objeto, y un tiempo en que el sujeto es menor que el objeto. Esto tiene, obviamente, consecuencias en cómo alguien está situado subjetivamente en la vida.
En fin, el tema es muy amplio pero no sé si te responde a lo que es el fin del análisis en un adulto y su posición respecto del fantasma.
Con lo que no acuerdo es con la idea de que al fin del análisis no hay más fantasma. Eso no. Creo que se lo atraviesa, hay flexibilidad, hay disponibilidad para crear, para inventar, pero el fantasma es también el soporte de la realidad y es el articulador del deseo.
—No habría más enamoramiento, no habría más ilusiones tan lindas de la vida.
No habría más pantalla, no habría más recorte de la realidad…
La ilusión del sinsentido como absoluto, creo que lejos de pensar al sujeto en el aura de la libertad, sería considerarlo como por fuera del recorte posible del mundo.
Entrevista realizada por Iara Bianchi.
Alba Flesler
Psicoanalista
Iara Bianchi
Directora Editorial. Psicoanalista