”La escuela es el primer ámbito exogámico con el que cuentan los niños y hoy encontramos maestros culpando a padres, padres culpando a maestros.”
Alba Flesler responde:
Transcripción del video:
Respecto de las consultas habituales… te diría que un rasgo que tal vez caracteriza las consultas de esta época es cómo se presentan los padres hoy. Se presentan con las tres “D”. Ahora que está tan de moda las siglas, un poco jugando con eso digo las tres “D”. Se presentan desorientados, desautorizados y desresponsabilizados. En realidad los dos segundos “des” tienen que ver con la desorientación de este tiempo que les dificulta mucho sostener la autoridad por temor al autoritarismo.
Se lee una gran confusión en nuestros tiempos actuales entre lo que se entiende por autoridad y lo que es autoritarismo. Entonces por temor al autoritarismo no cumplen la función de autoridad y vienen muy desautorizados, desorientados y se desresponsabilizan. Buscan medicación, buscan respuestas efectivas y rápidas porque básicamente les cuesta mucho responder a lo que esta época les demanda de su función.
Muy sintética es esta respuesta. Merecería todo un despliegue. Está tal vez relacionado con el tema de las violencias en las escuelas y el bullying porque el tema de la autoridad, que está tan devaluado en estos tiempos, hace que se haya producido un desgarro en la trama fluida que había en otras épocas entre padres y maestros, favoreciendo el pasaje de la endogamia a la exogamia.
La escuela es el primer ámbito exogámico con el que cuentan los niños y hoy encontramos maestros culpando a padres, padres culpando a maestros. Se ha roto la trama. Entonces, una de las propuestas que he llevado en el encuentro con los docentes es que se abran espacios de debate sobre el concepto de autoridad y la función necesaria de la autoridad y tratar de reinstaurar los espacios llamados de cooperación.
Yo contaba que cuando era chica existía la sociedad cooperadora, donde los padres trabajaban junto con los maestros. ¿A qué me refiero? A que se puedan producir nuevamente espacios donde la palabra fluye, porque una de las características de la violencia es que introduce pactos de silencio. El que es hostigado no habla, no se puede contar, la palabra está cortada. Las intervenciones analíticas tratan de reinstaurar la trama simbólica, entre otras cosas. Después hay intervenciones con el llamado ‘el agresor’ o el niño que ejerce el bullying y con el niño que padece.
Entrevista realizada por Iara Bianchi.