”El Otro no existe. El Otro es la ficción que yo me he construído en relación a mi propio modo de goce.”
Patricio Álvarez Bayón responde:
Transcripción del video:
Lo que Miller llama la ‘selva del fantasma’ son los distintos fantasmas, los distintos temores, los distintos puntos de detención, los distintos puntos que te angustian, etcétera; pero, a lo largo de un análisis todos esos distintos fantasmas, la selva del fantasma, se van reduciendo a un fantasma fundamental que es el modo en que tu propio modo de goce se articuló con el goce del Otro o con el deseo del Otro.
Eso está en la singularidad de cada uno y cada uno tiene su propio punto fantasmático, su propio fantasma fundamental, y todos los síntomas y todas las trabas de un sujeto están en relación a eso, y eso es lo que se repite en la compulsión a la repetición, que es el punto detención de toda su vida, de todas sus cuestiones.
El fantasma es la atribución del goce al otro, justamente esa es la defensa: no es que yo gozo con esto, es el otro el que me goza a mí. Entonces yo sufro de que el otro me goza y me hace hacer cosas y esa es la trampa de toda la neurosis, creer que el otro me hace cosas, cuando en realidad soy yo el que hago esas cosas pero todo el tiempo me vuelvo a encontrar con que el otro me maltrata, el otro me echa, el otro me excluye, el otro me deja afuera, el otro me asfixia, etcétera.
Bueno, es todo un trabajo que hay que hacer para ver que soy yo el que me meto en todas esas situaciones y, principalmente, que yo gozo de eso, de que yo me busco al otro que me maltrate, de que yo justamente me encontré la mujer que me iba a maltratar durante muchos años, de que me encontré los amigos que se ríen de mí, de que me encontré el jefe que me va a… yo me lo busco porque, en todo caso, yo tengo un goce masoquista.
Poder encontrar el modo de darle vuelta a ese goce masoquista va a ser, no es que el otro me hace sino que yo encuentro ahí un punto de satisfacción en el cual a partir de ahí yo puedo hacer muchas otras cosas mucho mejores que el otro me maltrate y justamente no me voy a hacer maltratar por el otro pero sí voy a encontrar un uso de mi goce masoquista, no voy a no ser más masoquista sino voy a encontrar un buen uso de mi goce masoquista.
Si es que fuera masoquista, qué se yo, cada uno tiene su propio goce… Pero justamente no se trata de no ser más masoquista y ahora tener un vivero de plantas sino encontrarle una vuelta al goce masoquista que me permita satisfacerme y engancharme con los otros de otro modo.
No es el Otro el que quiere nada de mí, al Otro yo no le importo absolutamente en nada porque primero, y ahí está ese punto que Lacan ubica en cuanto al fin del análisis que es parte del final del análisis, es justamente que ‘el Otro no existe’.
El Otro es la ficción que yo me he construido en relación a mi propio modo de goce. ‘El Otro no existe’ quiere decir que yo estoy totalmente solo con mi propio modo de goce y que el Otro es una construcción. En todo caso, yo agarro del otro los puntos donde el otro le hace eso a mi modo de goce. Entonces, si mi modo de goce es masoquista, cada quince minutos me voy a encontrar un otro que me maltrate, pero porque yo los busco, porque yo no sólo los busco en el sentido de que lo voy a buscar sino selecciono eso.
Si yo te cuento la historia te voy a contar una selección de hechos en los cuales mi modo de goce seleccionó eso, no seleccioné las felicitaciones, los aplausos, los cariños, los amores, las bondades, etc. del otro sino que seleccioné los pequeños puntos de maltrato.
Y cuando el analista pregunta ‘¿en qué situación pasó esto?’, ahí yo voy a relatar toda una serie de otras cuestiones que mi fantasma no seleccionó, te cuento el hecho y… ‘ah, pero entonces te estaban diciendo que lo que hacías estaba buenísimo y te estaban felicitando y te estaban esto y lo otro, pero a vos no te gustó que justo te miró mal el otro compañero; cuando a vos te estaban ascendiendo en tu trabajo y te estaban diciendo qué buen sueldo que ibas a tener ahora, y a tu compañero le agarró envidia y te miró mal’. Entonces lo que vos dijiste es que tus compañeros te odian, pero no dijiste todo lo otro. Eso es un punto donde el goce selecciona ciertos hechos y no otros.
Entrevista realizada por Iara Bianchi.