Hilda y Freud: La Laguna Creativa – Obra de teatro de Antonio Quinet

HILDA Y FREUD: LA LAGUNA CREATIVA

¿QUIÉN ES HILDA?

Hilda Doolittle (1886-1961) fue una poeta, escritora y ensayista de lengua inglesa, que nació en los Estados Unidos y se  mudó definitivamente a Londres a sus 25 años. A partir de ahí participó intensamente de la vida literaria de Londres y del movimiento de vanguardia llamado “imagista”, basado en la transformación  del  lenguaje. Ezra Pound fue uno de los representantes del movimiento y quien  “bautizó” a Hilda como H.D. Con una vida afectiva libertaria y tumultuosa, de una sensibilidad extrema y melancólica, Hilda Doolittle hizo algunas tentativas de análisis hasta llegar al diván de Freud. En marzo de 1933, desembarcó en Viena, se instaló en un hotel y a razón de una sesión diaria, hizo su “gran viaje” con el profesor.

Un trozo de su vida, no desatendiendo la injusticia que soslaya todo recorte:

H.D. se casó con Aldington en 1913. su primer y único hijo en común, una niña, murió en el parto en 1915, tras lo cual ambos se distanciaron. Poco después, Aldington fue llamado a las armas para servir en el ejército y H.D. comenzó a relacionarse, según las fuentes, de forma platónica, con el escritor D.H. Lawrence. En 1916, aparece publicada su primera obra, Sea Garden (“Jardín junto mar”), y se convierte en editora asistente de la revista The Egoist, tomando el puesto de su marido. En 1918, su hermano Gilbert, que era soldado, murió en el frente. H.D. se trasladó a vivir con un amigo de Lawrence, Cecil Gray, y quedó embarazada de él. Cuando Aldington volvió del servicio activo ya no era el mismo hombre, la Guerra lo había cambiado y se separaron oficialmente.

Hacia el final de la Guerra, en 1918, H.D. había conocido a la escritora británica Bryher (Annie Winifred Ellerman), la cual se convertiría en su amante durante el resto de su vida. Vivieron juntas hasta 1946, aunque ambas buscaron amantes fuera de esa relación, frecuentemente compartiendo a los hombres. En 1919, nace la hija de H.D. Frances Perdita Aldington (aunque su padre no era Aldington, sino Gray) tras lo cual H.D. sobrevivió a una fuerte afección de gripe española. Su padre, el cual nunca se recuperó de la muerte de Gilbert, murió también. Durante esta época, H.D. escribió una de sus menos conocidas proclamas en poesía, Notes on Thought and Vision, publicada en 1982. En ella, habla de los poetas, incluyéndose a ella misma, como pertenecientes a un grupo de visionarios de élite con el poder de “cambiar completamente la corriente del pensamiento humano”.

En esa época intentó rescatar su relación con Aldington, pero él sufría de los efectos de la Guerra, posiblemente trastorno de estrés postraumático, y se alejaron, viviendo vidas completamente separadas, no obstante, se divorciaron legalmente en 1938. Desde 1920 en adelante, su relación con Bryher (Annie) se hizo más intensa y la pareja viajó por Egipto, Grecia y los Estados Unidos antes de instalarse definitivamente en Suiza. En 1921, Bryher se vio envuelta en un matrimonio de conveniencia con Robert McAlmon, lo que permitió a este poder financiar sus intentos de publicación en París usando el dinero de su mujer para la imprenta de su revista Contact. Tanto Bryher como H. D. tuvieron relaciones con McAlmon en este tiempo. Bryher y McAlmon se divorciaron en 1927.

 

EL ENCUENTRO CON LOS HACEDORES

La idea de realizar esta obra en Buenos Aires surgió en una fiesta, un encuentro de psicoanalistas, en un barco sobre el Sena…

Ya en Buenos Aires, luego de uno de los últimos ensayos, en un almuerzo compartido con el elenco, entre pizzas y entusiasmo, el dramaturgo y actor Antonio Quinet cuenta que una amiga que reside en Londres le propuso hacer una performance para el Freud Museum, -donde se halla lo que una vez han sido la residencia y el último consultorio de Freud. Fue entonces cuando emergió esta obra encomendada: Hilda y Freud – La Laguna Creativa.

La inspiración fue consecuencia de la lectura del libro de Hilda Doolittle, Tributo a Freud, que consta de dos partes: Advenimiento es un diario escrito durante su análisis con Freud, en contra de los consejos de Freud. Once años después, Hilda escribe sobre su análisis, en un libro que llamó Escritos en la pared.

Quinet hace mención de una frase de Doolittle: La poeta recuerda la relación que tenía con el padre del psicoanálisis como una relación ‘’en versos libres’’.  Prosigue: ”Para mí el trabajo de dramaturgia es el revés del análisis porque una pequeña cosa tiene que decir muchas cosas”.

Florencia Farías, una de las protagonistas, comenta que ”Hilda te atrapa porque tiene la parte femenina, la parte masculina, la no represión… Se permite estar con hombres, con mujeres. Condensa en una sola persona muchísimas cuestiones. Sumamente inteligente, subversiva. Podría haber tenido la posibilidad de quedarse sumergida en la locura, en su depresión, por sus fuertes pérdidas (murieron su hermano y su hijo), sin embargo, ella apuesta al psicoanálisis. Su síntoma era un bloqueo al escribir”.

También protagonista de la obra, Julieta De Battista destaca un punto de interés: ”Creo que es importante tener presente que Hilda se encuentra con un Freud ya célebre, y en ese momento sólo aceptaba a aquellos que tenían la intención de ser analistas”.

Una obra para analistas, y para todos aquellos que estén interesados en descubrir una porción de vida de dos grandes personalidades de la historia.

Suscribe: Con quien compartieron su bello arte, una interesante charla y unas ricas pizzas, y/o, Iara Bianchi

Dirección y Guión: Antonio Quinet

Actores:  Florencia Farías – Antonio Quinet – Julieta De Battista

Co-Directora: Regina Miranda

Además de artista consagrada como Directora y Coreógrafa de la Cía. Regina Miranda y Atores Bailarinos, Regina opera a nivel internacional entre Río de Janeiro y Nueva York, donde es Directora de Arte y Cultura del Instituto Laban/Bartenieff. En Río, es Presidente del Foro Internacional Rio Ciudad Creativa y una importante activista cultural, a punto de recibir el título de “Embajadora Cultural de Rio de Janeiro”.

Musicalización: José Eduardo Costa Silva

Es laudista y compositor. Doctor en música por la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro (UNIRIO). En su formación , fue alumno de Andrè Prous, Tosten Bleich, Ron McFarlane, Paul O’dette y H. J. Koellreutter. Integrante de Lute Society Of America. Actúa también como compositor e intérprete en la de la Compañía de Teatro Inconsciente en Escena (RJ), dedicada a la investigación en arte/psicoanálisis. En esta Compañía compuso la música original y realizó la dirección musical de los espectáculos teatrales: X, Y e S (2005); Artorquarto (2007); Oidipous (2010); Variações Freudianas I (2011) e Variações Freudianas II (O Ato) (2013) con el Dramaturgo Antonio Quinet.