Michel Sauval (Parte I): ”En ciudades como Buenos Aires es gracioso porque hasta el Estado habla lacanés. La Ley de Salud de la Ciudad de Buenos Aires (Ley 153) en el artículo 48 establece que la Salud Mental tiene que garantizar la emergencia de la palabra.”
Michel Sauval (Parte II): ”El problema con esa pregunta es que es la manera en que pensamos normalmente.” ”Una manera de pensar esto del psicoanálisis es empezar a cuestionar lo que sea.”
Michel Sauval responde:
I
Cuando me habías pasado un poco las preguntas decía ¡wow! Son preguntas que por un lado son válidas porque, como esta, hay que poder llevarlas a cierto nivel o cierta manera común o acorde a Google, digamos. Pero mi experiencia es que, justamente, es muy difícil definir el psicoanálisis por la positiva.
Va a ser muy difícil que encuentren en Lacan, por ejemplo, una definición por la positiva. Siempre va a ser la manera de abordar… Por lo menos lo que hace Lacan es empezar a ver qué es lo que no es y tratar de definir qué es lo que es a partir de lo que no es. Aún así es gracioso, por ejemplo, en la última sesión del último seminario que salió editado por Miller, que es el Seminario 6 sobre el deseo y su interpretación. En esa última sesión, en la penúltima página, hay un párrafo muy divertido, muy interesante. Es un párrafo para definir el psicoanálisis que incluye cuatro cosas de lo que no es y cuando va a decir qué es lo que es lo dice de una manera donde también es definiendo la diferencia con algo, porque dice que no es una simple reconstitución del pasado.
Es algo bastante típico que uno cree del psicoanálisis. Porque ¿qué hace uno en el psicoanálisis? Se pone a hablar de la mamá, del papá y de cuando era chiquito ¿Es eso el psicoanálisis? Tampoco dice que es una reducción a las normas preformadas, habría que ver qué son las normas preformadas, las cosas van cambiando con el tiempo.
Pero hay otro texto de Lacan, que es Variantes de la cura tipo, que plantea esta cuestión. La cuestión del murciélago, es decir, que el psicoanálisis siempre está entre varias cuestiones. Eso nos plantea, en Argentina en particular, en general en el mundo, pero en Argentina en particular a veces problemas graves porque el “lacanés” es como el inglés. Es decir, el psicoanálisis es como con las lenguas: uno no puede viajar por el mundo si no sabe inglés. Está bien que hay mucha gente que habla en castellano, y en Estados Unidos también, pero si uno viaja por el mundo habla en inglés; en psicoanálisis uno tiene que hablar en “lacanés”, pero hablar en “lacanés” no quiere decir que eso sea psicoanálisis.
En ciudades como Buenos Aires es gracioso porque hasta el estado habla en lacanés: la Ley de Salud Mental de Buenos Aires en el artículo 48 establece que la salud mental tiene que garantizar la emergencia de la palabra. La palabra ¿qué es la palabra para definir en una ley? ¿qué es la emergencia de la palabra? Han metido la mano los lacanianos, evidentemente, para definir un cierto concepto. ¿Un psicoanálisis sería permitir la emergencia de la palabra dentro de ciertos dispositivos? Entonces, al asegurar la emergencia de la palabra, el Estado da la garantía, y si está la garantía ¿quiénes son los que están habilitados para permitir la emergencia de la palabra?
Hay otra manera de decir de Lacan respecto del psicoanálisis: que el psicoanálisis es la cura que se pierde de un psicoanalista, cuando dice lo que es un psicoanálisis pero empieza a plantear el problema de qué sería un psicoanalista. Según la ley no es tanto la definición de un psicoanalista sino de un psicólogo, un profesional de la salud mental que tendría que ser el que habilite la emergencia de la palabra, pero eso plantearía la adecuación del psicoanalista a la profesión del psicólogo ¿serían esas adecuaciones, esas formas?
Tampoco es una épica, dice, no es un epos. Tampoco es un etos, tampoco es una ética. Es gracioso porque hay muchas definiciones. Por ejemplo, hasta hay un libro de Guyomard que se llama El deseo de ética, que plantea que el psicoanálisis sería la ética del ciudadano o algo por el estilo. Hace poquito, en Télam —que ahora por la alianza entre Télam y la AMP, Télam ahora es un espacio de difusión del psicoanálisis milleriano— le hacen un reportaje a Solano-Suarez y ahí dice ella: “El psicoanálisis es una práctica de derecho ciudadano”. Entonces cabe preguntar si la ética del psicoanálisis es la ética del ciudadano o si es por una ética que se define el psicoanálisis. Lacan dice que no.
Respecto de estas cuestiones, por ejemplo, Allouch en el primer reportaje que le hicimos en Acheronta decía que, a partir de Kant y de ver la implicación que había en relación a la moral, “no hay diferencia entre ética y moral”. Es decir, cada vez que se habla de ética se está hablando de moral. La palabra ética es más linda, pero cuando se habla de ética del psicoanálisis se está diciendo moral del psicoanálisis. Entonces es una manera de hacer una conducta, por eso de alguna manera tampoco lo sería.
Y después dice “si tuviera que compararlo a alguna cosa…”. Entonces ahora va a dar una respuesta por la positiva, que sería lo que se parecería, pero al decir que es lo que se parecería también está diciendo que no va a ser eso porque si fuera eso diría “es eso”. Entonces dice: “Sería un relato, que sería un relato que fuese él mismo el lugar del encuentro del que se trata en el relato”. Una fórmula retorcida para dar cuenta de un doble bucle del relato que debería permitir un encuentro entre dos cuestiones, que si después seguimos vamos a ver que está en juego la cuestión de cómo se da la relaciones entre dos deseos, el deseo del analizante y el deseo del otro, en tanto uno se articula con el otro y el deseo del analista que debería oficiar de operador. Pero si se lo compara, es decir, si el relato pudiese responder, no sería lo mismo.
Por ejemplo ahora viene Kristeva, le van a dar el título Honoris Causa no sé en qué universidad y en la revista Ñ ella dice que el psicoanálisis y la literatura son la misma cosa, ni siquiera toma cuidado de decir “se parecen”, como Lacan dice respecto relato. Dice que son la misma cosa. “Cambiar el modo de hablarse a sí mismo y de nombrar las cosas y ligarse a los otros”. Unos lo hacen escribiendo otros lo hacen analizándose.
En algún sentido uno podría decir que sí, de repente en un psicoanálisis hay puntos parecidos, similares, en cuanto que se supone que va a haber un hablarse a sí mismo o cambiar el modo de hablarse a sí mismo. Porque uno dejaría de mentirse o empezaría creyendo una serie de cuestiones. Una de las primeras cosas que va a ocurrir en un análisis es una cierta inversión dialéctica que va a poner en evidencia la mentira que hay en lo que uno dice. Y a partir de esa mentira se va a dar otro desarrollo de verdad. Entonces, por lo tanto, va a cambiar el modo de hablarse de sí mismo, de nombrar las cosas y de ligarse con los otros. Ahora ¿eso alcanza para decir que eso es el psicoanálisis? Por lo pronto el hecho de emparentarlo con la literatura plantea un problema: no se diferenciaría qué es lo real del psicoanálisis a diferencia de lo real de la literatura. Eso no quiere decir que no haya a veces situaciones…
Lacan decía que ella decía sobre el objeto A lo mismo que él sin haberlo leído ni escuchado nunca, entonces hay puentes, pero a veces este tipo de forzamientos, es decir, que si uno dice: “El psicoanálisis es tal cosa” ya arranca mal, [por] la misma frase “el psicoanálisis es”.
Hay un diálogo de Platón que es el Parménides donde se analiza la cuestión de las formas. A ese diálogo de Platón Lacan remite en dos ocasiones bien distantes: una es en el Seminario 2 cuando dice que el Otro (el Otro con mayúscula) es real en los términos de Parménides de Platón, y en el Seminario Ou pire, que todavía no está editado oficialmente, dice que la mujer no suspira porque son del Otro en los términos de Parménides de Platón. Justamente en ese diálogo, el Parménides, hay una serie de hipótesis que trabajan sobre las fórmulas “el uno es…”: el uno es uno, el uno es a secas, qué son los otros respecto del uno.
Entonces, no es lo mismo que el psicoanálisis pero la fórmula “algo es”, “el tal cosa es” se adecúa a esta cuestión porque se plantea si es o si tiene ser o si existe o si es una unidad. Por ejemplo, si yo digo que el psicoanálisis es tal cosa ya lo defino como una unidad. Entonces ¿el psicoanálisis es único?, ¿es una unidad con partes?, ¿las partes tienen que conformar una unidad?, ¿hay distintos psicoanálisis?
Por otro lado, esa misma definición de “tal cosa es” arma un concepto aparentemente porque define un campo a partir de la extensión, de la definición. Ahora, esa es otra pregunta que hace el psicoanálisis: ¿el psicoanálisis tiene una teoría?, ¿el psicoanálisis es una tiene es teoría? El mismo Lacan en el Seminario 11 en una sesión da las respuestas a unas preguntas después de las clases, después de esa sesión, comenta esta cuestión de cómo la teoría de los psicoanalistas no deja de ser fantasmática.
II
Cuando yo me pongo a decir lo que es el psicoanálisis no puedo estar hablando si no es de alguna manera desde mi fantasma. Entonces la pregunta es ¿cuando hacemos teoría estamos diciendo lo que es o estamos hablando de? ¿hay que pasar por la teoría para saber lo que es o es simplemente un espacio donde los que practican el psicoanálisis tratan de entenderse? O tratan, no de entenderse, no sé qué tratan de hacer, de pensar, de hablar de lo que hacen y creer que le pueden dar una unidad a lo que hacen.
Entonces me parece que el problema con esa pregunta es que es la manera en que pensamos normalmente y lo que empieza a ser psicoanálisis o una manera de pensar esto del psicoanálisis que es empezar a cuestionar lo que sea. [Si] uno dice que el psicoanálisis es tal cosa, estaría diciendo lo mismo que el paciente que dice “yo soy así…” o “yo tengo este problema” y empieza a definir su problema, y ese es el punto de partida para ver si ese es su problema o si es así… cómo eso empieza a cambiar.
Lo podemos ver desde un punto más que es si yo digo que el psicoanálisis es tal cosa estoy haciendo de todo los psicoanálisis un serie, un conjunto, pero en general —salvo que definamos al psicoanálisis de una teoría— las series se hace desde una neurosis. Si yo digo: “Todas las mujeres son unas turras” o “Todos los amigos me cagan”, lo que diga cualquier neurótico que empieza a decir todo lo que me pasa.
La serie no la dan los objetos, la da el paciente en su interpretación de los objetos. Si vemos que con todas sus parejas le fue pasando lo mismo, o que con todos los analistas por los que pasó se fue separando más o menos en los mismos términos, no es que todos los analistas fueron igual de malos o que todas las parejas fueron igual de… sino que, el que arma la serie es el que habla. Sería pretender responder qué es el psicoanálisis, responder de un lado que yo hago la serie qué es el psicoanálisis.
Creo que es un vicio bastante común en los analistas pretender identificarse al analista. Es decir, que si uno es analista, es analista; y entonces, si es analista, forzosamente es desde el lugar de uno que el psicoanálisis queda definido y se mide los otros análisis. Uno de los planteos es que con el pase y con la cuestión del fin de análisis de Lacan es que quien va a decir quién fue analista es el analizante, no el analista. Entonces, si el analista no es el que va a decir que él es analista no sé si puede decir qué es el psicoanálisis. A lo sumo creo que lo que uno puede hacer es ir diciendo qué es lo que hace, qué es lo que pensó… cuando llegás al borde, ¿quién dice que ese es el borde?
Son preguntas incluso importantes porque, por ejemplo —típicamente las preguntás— si los de la IPA, que no son lacanianos aunque ahora tenemos grupos de lacanianos dentro de la IPA —por eso te digo es como el inglés, hasta lo de la IPA también tienen que aprender lacanés—…. Pero, por ejemplo, alguien que se analiza con un freudiano, con alguien de la IPA, ¿desde el punto de vista de los lacanianos no se va a analizar? ¿No puede hacer análisis? Porque no va a ver el objeto A, no van a llegar a la destitución subjetiva.
¿Los análisis que no se hacen con los analistas que uno considera, no son análisis? ¿Los análisis que se hacen con los grupos de uno, esos sí son análisis? ¿Qué pasa con la gente de los AE de la AMP que volvieron a análisis? ¿Esa garantía de que habían terminado su análisis fracasó, qué pasó? Entonces ¿dieron de baja el título de ese AE o no dieron de baja ese título? ¿Cómo definimos lo que es un análisis de lo que no es un análisis?
Y si uno va empujando la cosa: “Entonces somos lacanianos, los freudianos no son análisis, los lacanianos sí, pero estos lacanianos tampoco son analistas”. Los de la institución de uno. Pero en la institución de uno no son todos buenos, siempre hay unos más buenos y otros más malos. Entonces, finalmente, los únicos análisis son los que hace uno mismo… el colmo de la pedantería.
Entrevistas realizadas por Iara Bianchi.