Periodismo gráfico – Mónica Testoni

Soy Mónica Testoni, tengo dos hijos, Tomás (18) y Pedro (16). Trabajo de periodista gráfica. Me formé bastante, estudié abogacía, pero la realidad es que la vida me fue llevando para el periodismo de lifestyle, no político, que era lo que pensé que iba a hacer en un principio. Siempre la gráfica: trabajé como colaboradora, como pasante, fui editora bastante tiempo en una revista que se llama Buenos Aires Magazine y en Chile East Side en el año 2003.

En general hago notas de cocina, arte, arquitectura, diseño. He llegado a hacer notas cuando la gente lo está pasando bien. Mi periodismo se relaciona con el éxito de alguna manera, porque le hacía notas a gente que estaba en un buen momento profesional. Eso me modificó mucho. Cada entrevista me modificaba y salía contenta y energética porque, en general, eran profesiones con mucho riesgo de que te vaya bien o mal, como el arte o la arquitectura o el diseño… gente que se jugaba bastante en su elección. Entonces, realmente valorás cómo fueron transgrediendo los problemas y todo eso.

Trabajé doce años en gráfica hasta que empecé a escribir libros. Primero escribí un policial que se llama Secuestro express y después una novela, Chicas escarlatas, mujeres carmesí. Hasta que me aburrí de estar escribiendo sola y se me ocurrió hacer un libro que se llama Casa de artistas, para el público en general. Son visitas a la vida diaria de veintiún artistas plásticos de Buenos Aires, argentinos todos, en la vida diaria. Básicamente, para un público más masivo porque en el arte, en general, todo lo que se escribe es como un texto encriptado y para gente que está en el ambiente del arte o coleccionistas o críticos. Esto no, esto te cuenta dónde viven, qué comen, con quién están casados, como entrevistas retrato. Trabajé con Florencia González Álzaga, que ella tomó fotos de la vida diaria y mostramos lo que se veía. O sea, básicamente tiene un carácter de fotoperiodismo.

La realidad es que cada personaje tiene una anécdota y una historia porque todos, tanto los hombres como las mujeres artistas plásticos, tienen una vida que está un poquito más allá de la convencional. Pero lo que rescaté, o lo que más me llamó la atención, es lo profesionales que son. El éxito no es azaroso. Aparte la vocación y el amor por lo que hacen, son muy profesionales, les va bien económicamente. Esa sería la anécdota que yo rescato porque me sorprendió de alguna manera ver lo bien que les va. Pensé que era más sufrido, que había más… por ahí de prejuiciosa. Pero no, les va muy bien económicamente. Me alegró por ellos y por el que quiere ser artista.

Básicamente lo que tienen en común todos es una gran vocación y que creen en sí mismos de una manera… ellos dicen: “Bueno, somos narcisistas”. Yo no sé si son narcisistas o realmente se tuvieron que sobreponer a tanta adversidad en su profesión o les llevó tanto tiempo ser un artista maduro que creo que en algún punto son independientes o no necesitan por ahí de otra persona para su autoestima profesional, porque cuando llegaron, de alguna manera, sienten que llegaron solos… porque están solos en el taller… es como remar y remar. Creo que sí, que eso es un poco el tema en común.

Creo que el artista que hace un buen marketing de sí mismo, que construye una marca de su nombre y trabaja y tiene obra, le va a ir bien. Tenés que tener un trabajo que lo respalde, pero si aparte hacés crecer tu nombre como marca, la gente empieza a identificar la obra con tu nombre y empieza a consumir. Es como todo una cadena. Hay muchos artistas que no hacen el marketing de sí mismos entonces nadie va a comprar el libro o tienen menos posicionamiento en una galería. Creo que el artista que se dedica a hacer marketing o construir marca de sí mismo le va bien. Y tiene obra, por supuesto, tiene que haber obra atrás y eso es trabajo, horas, no hay milagros. Nunca vi a alguien que yo diga: “Bueno, lo hace de taquito”. No, todos se matan trabajando.

Pero aún el que ya tiene mucho oficio y que le sale fácil, como tiene una vara de él mismo, tiene una vara alta de lo que es el trabajo y qué sé yo, por ahí cambia de canal y ya se está exigiendo en otro tema. Como que tienen un motor interior que los mueve y una ambición que los moviliza. Entonces son gente inquieta, que no se conforman, siempre tienen una meta a la cual llegar. Por lo cual en algún punto siempre toca aprender algo.

Entrevista realizada por Iara Bianchi.