12 respuestas – Entrevista al escritor Jordi Soler

1- La aerolínea reprogramó su vuelo y tiene nueve horas de espera en el aeropuerto. La buena noticia es que ponen a su disposición la Biblioteca más surtida del planeta. ¿Qué leería?

Ulises, de James Joyce.

2- ¿Qué le falta o le sobra a la obra de Jordi Soler?

Le faltan un montón de libros que quiero escribir, es decir: le falta tiempo.

3- Un fetiche, una manía insoportable o una pequeña obsesión.

Escribo muy temprano en la mañana, siempre descalzo y nunca después de pasar por la ducha.

4- ¿Cuál es la mejor profesión del mundo?

Yo diría que la mía, la de escritor de novelas, aunque también me gustaría ser profesor de tenis.

5- ¿E-book o libro papel?

Libro de papel, pero en E-Book leo obras en otras lenguas que no consigo en España.

6- ¿Qué libro nunca escribiría?

Un manual de urbanidad.

7-¿Cuáles son los ritos al escribir o cómo describirías a tu proceso creativo?

Soy escritor de brújula, no de mapa; no hago esquemas ni escaletas, mis novelas van saliendo conforme las escribo. Mi proceso creativo parece caótico pero, en realidad, se ajusta a un orden matemático donde dos más dos es a veces tres y a veces cinco.

8-¿Alguna anécdota, propia o ajena, de ficción o realidad, que lo haya marcado?

Crecí en un pueblo mexicano que cada año era visitado por un circo que incluía una carpa de fenómenos, enanos, mujeres barbudas, el niño lagarto, etc. Aquella realidad horrible tenía un halo de ficción que, sospecho, me orientó hacia el oficio de novelista.

9- Un músico, una canción o una película.

Bach, Everybody Knows (de Leonard Cohen) y Viridiana (de Luis Buñuel).

10- ¿Le parece que existe relación entre escritura y psicoanálisis?

No lo sé, creo que la obra de un autor es, en diversas intensidades, su espejo, y el psicoanálisis, entiendo, es más complejo que eso; el espejo sirve para afeitarse y para comprobar en el rostro el paso del tiempo.

11- Puede ser otro por un día ¿quién y por qué?

No quiero ser otro, ya bastante tengo conmigo mismo.

12- Leer ¿te da alas?

Sí, aunque preferiría decir que leer te da la perspectiva de alguien que está volando.