Patologías ¿nuevas? – Gabriel Lombardi
"Nos encontramos con un estallido de los tipos clínicos y de anonimización mayor aún de la que ya existía por las condiciones mismas de la neurosis".
“Me dedico mucho al psicoanálisis. No solamente leo eso, me ocupo también de leer otras cosas, no obstante, a nivel profesional todo converge en psicoanálisis. Mi práctica tiene que ver con la atención psicoanalítica y con la difusión y la enseñanza del psicoanálisis. Llegué relativamente tarde al psicoanálisis porque estudié primero medicina. No me gustaba el ejercicio en sí de la medicina, entonces probé con investigación biomédica y biología molecular. Hice otras carreras intentando encontrar algo que realmente me interesara y me diera respuestas a las preguntas que ya provenían desde bastante antes, física, filosofía… Anduve durante varios años como becario en el CONICET y también en la militancia política. Finalmente me encontré con una analista, Silvia Bleichmar, con quien hice una experiencia breve que no interrumpí yo sino que ella tuvo que intervenir porque se fue del país en ese momento. Silvia me abrió la posibilidad de esta experiencia para mí fascinante de poder hablar libremente y de una presencia de escucha que me cambió la vida, y sobre todo luego conocí los textos de Lacan que me hicieron interesar en Freud, entre otras cosas. La conjunción entre mi primera experiencia de análisis y el encuentro con Lacan y Freud me marcó un antes y un después. Primero, quería ser psicoanalista y ahora me ocupo de eso. Participo activamente de actividades de la Escuela de Psicoanálisis de Los Foros del Campo Lacaniano, que para mí es muy importante porque me permite no quedarme cristalizado en un único lugar institucional de enseñanza o pertenencia como puede ser la Universidad de Buenos Aires, donde tengo una práctica bastante asidua de largo tiempo. Esto me permite ir y venir, entrar y salir de un discurso al otro, a una posición diferente y más interesante que la de quedarse solamente en una institución, sea psicoanalítica, sea universitaria o sea también en el encierro de un consultorio. Creo que son cosas que rigidizan y no propiciarían la movilidad y la actividad del psicoanálisis.”