[Video] Primer encuentro con el psicoanálisis por Mario Goldenberg

”Estudiar filosofía y a Lacan con Raúl Sciarretta durante el proceso militar, fue como poder respirar. Podíamos estudiar Heidegger, Descartes, los griegos. De política no se hablaba, por supuesto, pero era un lugar donde se podía respirar.”

Transcripción del video:

Es más de una pregunta eso. Qué es el psicoanálisis en general sería una respuesta. Qué es o qué fue para mí es otra cosa.

La primera respuesta, respecto del psicoanálisis en el sentido universal, evidentemente es una praxis que inauguró Freud y nosotros continuamos con la orientación lacaniana. Implica para cada ser hablante una transformación, una asunción de su goce, del goce que siempre tiene algo de impropio en el sentido de que puede haber una apropiación del modo de gozar, pero no es algo que está de por sí.

Ahora, mi relación con el psicoanálisis, en alguna entrevista lo mencioné, para mí un antecedente fundamental fue que en la biblioteca de mi padre había un libro que era Freud y la histeria femenina. Ese libro siempre me resultó intrigante. Creo que lo tengo todavía.

Lo que me llevó a la práctica del análisis, a analizarme, fue la muerte de mi papá cuando yo tenía catorce años. A los diecisiete, por cierta decisión familiar de mi familia materna, empecé un análisis. Ante un duelo tenía que analizarme, no sabía bien por qué. Ese inicio fue interesante.

No es eso lo que me llevó al psicoanálisis sino más bien ciertos intervalos en la universidad respecto de la política, de la militancia política. En momentos bastante críticos empecé a estudiar Freud en grupos de estudio más allá de la facultad y me empezó a resultar interesante. Todo ese primer tiempo fue de contraste entre la política y la obra de Freud.

Lacan de entrada me resultó bastante inentendible. No me gustaba no poder entenderlo. Durante la época del proceso tuve la suerte de poder estudiar Lacan y filosofía, fundamentalmente filosofía, con Raúl Sciarretta que fue maestro de muchos de los analistas de Buenos Aires, de Argentina, y creo que también de Brasil.

Fue alguien que… Bueno, Raúl también era el nombre de mi papá.

Fue alguien que era una especie de intelectual de los que ya no hay. Con una biblioteca inmensa de cincuenta mil libros que se donaron a la Facultad de Psicología. Iban a terminar en Plaza Italia y por una colega y amiga terminaron siendo donados a la Facultad de Psicología.

Sciarretta era alguien muy bien formado. Era amigo de Masotta. Tuvo cierta relación con toda la intelectualidad que introdujo a Lacan en Argentina.

Para mí, estudiar filosofía con él durante el proceso militar, fue como poder respirar. No se podía vivir. Yo creo que iba a dos grupos, dos veces por semana, y podíamos estudiar Heidegger, Descartes, los griegos. De política no se hablaba, por supuesto, pero era un lugar donde se podía respirar.

Posteriormente, también empecé a trabajar con él el Seminario 11 de Lacan. Con alguien que tiene una fundamentación en la filosofía y en el pensamiento fue una muy buena lectura porque evidentemente Lacan siempre tiene esos puentes con otros discursos. Freud lo tiene, pero Lacan diría que muchísimo más. Porque Freud lo tiene, pero a veces no lo dice. En cambio, Lacan todo el tiempo está tratando de tomar modelos y modos de argumentación de otros campos.

Ese es un mérito interesante de Lacan que pude aprender a través de Miller. Así como Lacan era inentendible, me encontré con alguien que se podía entender lo que decía y para mí fue un hito muy importante.

Yo los había escuchado a Miller y a Laurent ya en los ochenta, a Colette Soler, a Serge Cottet. Pero el encuentro de 1984 del campo freudiano, cuyo título era “¿Cómo se analiza hoy?”, como pregunta.

Para mí fue importantísimo porque fue la primera vez que me encontré con cómo era la clínica de Lacan. Lacan había llegado acá por sus escritos como teórico.

La época del proceso militar hizo que la escuela fundada por Masotta, la Escuela Freudiana de Buenos Aires, tenga un discurso que imitaba mal a Lacan, un discurso críptico que no se entendía nada y se podía decir cualquier cosa total aunque sea inentendible era lacaniano.

En cambio, con Miller y los colegas que llegaron con él en ese encuentro, nos encontramos con la práctica de Lacan, con la clínica de Lacan. Que no era inentendible.

Me acuerdo que en esa época todavía estaba Gerard Pommier, estaba Catherine Millot, estaban todos los que hoy son de Convergencia.

Fue “¿Cómo se analiza hoy?”. Fue traer a Buenos Aires un modo de pensar la clínica y de pensar la práctica que no estaba en el Lacan teórico.

Hay que tener en cuenta que Lacan era enseñado por Sciarretta, por Masotta, por Guillermo Maci, que no eran analistas. Lo intentaron, hubo algún esbozo, pero no venían de la clínica.

Los primeros analistas lacanianos tenían formación clínica kleiniana. Así que había algo nuevo para introducir. Creo que el encuentro de 1984 fue una piedra fundamental para la posterior fundación de la EOL en 1992. Todos esos años yo creo que fueron preparatorios para empezar a pensar la clínica de otra manera.

Creo que ese es el punto central. No es Lacan como se ha vuelto moda hace años en los estudios culturales, en la literatura o en lo que quieran. Sino la clínica, la práctica, la praxis de Lacan.

Yo me puedo encontrar con eso en algunos controles, en aquel momento con Jacques-Alain Miller, con Colette Soler, con Eric Laurent. Me encontré con una manera de pensar la clínica novedosa…

Yo creo que tanto Freud como Lacan, si bien pudieron argumentar bien y tematizar bien su época, no estaban identificados a la época. Había cierta… Estaban en la época, eran de la época.

Freud era un doctor vienés, con sus peleas con Viena. Lacan siempre fue de alguna manera un rebelde, pero también muy francés a la vez. Pero también había cierta apertura a poder pensar un poco más allá de la época, eso es interesante.

Esta época no… Hace años que la clínica de Freud, que los casos como los describe Freud no son los casos actuales. Y tampoco los casos de la época de Lacan. La época de Lacan es muy amplia, pero tomemos hasta los 70, 80. Esta es otra época, hay otros modos clínicos, hay otro predominio de modo de subjetividad.

Entrevista realizada por Iara Bianchi.

Mario Goldenberg

Mario Goldenberg 
Psicoanalista

Iara Bianchi

Iara Bianchi 
Directora Editorial. Psicoanalista

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