“Cada vez más tenemos la proliferación de síntomas clínicos articulados de las maneras más diversas mientras que las formaciones clínicas se mantienen como siempre”.
Diego Zerba responde:
Transcripción del video:
Las formaciones clínicas —o como se las quiera llamar— dentro de la historia la Psiquiatría se han mantenido más o menos estables. Ahora, lo que ha crecido de manera exponencial son los ‘inclasificables’, como los llama Jacques Alain Miller: estos que aparecen de una manera abrumadora en los Servicios de Psicopatología, en los hospitales en general, y no se los pueden clasificar.
Incluso estos fenómenos psicóticos tienen estas características en cómo se combinan signos clínicos distintos. Desde chicos que no hablan y están en un mutismo absoluto hasta chicos de alto rendimiento pero con un grado de automatismo, que muchas veces se los quiere hacer pasar como niños con altas capacidades. ¿Qué es lo que nos hace concluir en que no son niños de esas características? La ausencia de creatividad, el automatismo.
En ese orden, cada vez más tenemos la proliferación de síntomas clínicos articulados de las maneras más diversas mientras que las formaciones clínicas se mantienen como siempre.
Tengo un paciente que dice que se quiere separar de la mujer, pero no se quiere separar de la mujer, porque tiene una amante de la cual solo le interesan sus pechos, nada más. No le parece que sea una linda mujer, no le seduce su forma de ser… Solo sus pechos. Y es curioso porque respecto a la separación de la esposa, la nombra de esta manera —separación o no—: “Me cuesta separarme”. Porque tienen cariño, tienen buena sexualidad en común, pero los pechos de esa otra mujer lo pueden. ¿Y qué dice al respecto? Que no puede desprenderse. Eso es claramente una perversión, casi de libro. Y las hay aún.
Lo que hay, abruma y desconcierta, es esa irrupción de lo inclasificable.
Entrevista realizada por Iara Bianchi.
Diego Zerba
Psicoanalista
Iara Bianchi
Directora Editorial. Psicoanalista
Es cierto. La variabilidad sintomática es ahora asombrosa. En parte porque tenemos instrumentos más finos para percibirla.
Respecto del ejemplo clínico, es muy breve, pero me pregunto si la condición erótica de ese hombre es una perversión (¿cuál?) o un rasgo de perversión en su fantasma. Dicho de otro modo: una modalidad clásica de escisión de objeto.